Cómo controlar los gastos imprevistos: consejos para la previsión
Una factura que no esperábamos, una multa con la que no contábamos o un percance que no se ha podido evitar son algunos de los motivos que nos descuadran las cuentas, al menos si no hemos realizado una planificación adecuada de la propia economía. En este artículo te contamos cómo controlar los gastos imprevistos a los que, tarde o temprano, hacen frente todas las familias o empresas.
El primer consejo sobre cómo controlar los gastos imprevistos es básico: no dejes que uno de tus gastos previstos se convierta en imprevisto. Es decir, haz una lista de compromisos económicos más o menos elevados a los que tendrás que hacer frente sí o sí en el futuro, por ejemplo, al año siguiente. Es el caso del recibo del seguro del coche, la liquidación del Impuesto de Bienes Inmuebles, la matrícula de la universidad de los hijos, etc. Si no haces una mínima planificación con la mente puesta en ellos, te podrás llevar un disgusto cuando tengas que pasar por caja.
Otro aspecto básico es estar bien seguro de cuáles son los servicios que tienes contratados con las compañías que te dan servicio. ¿Tienes bien dadas de baja las cuentas corrientes que una vez abriste y después cancelaste? ¿Sabes si has cumplido ya el periodo de permanencia con tu operador de móvil antes de cambiarte a la competencia? Si no tienes claro datos como estos, posteriormente pueden surgir gastos indeseados.
Tampoco puedes olvidar un detalle que parece irrelevante pero es importante: comprueba que tu dirección postal es la correcta para que las notificaciones te lleguen bien a casa. Si no, gastos como las multas de tráfico, que son ya de por sí un desembolso imprevisto, serán aún más onerosos debido a los recargos que ni siquiera sabes que se están produciendo. A propósito de los recargos: evita tener tus cuentas en números rojos y paga tus recibos a tiempo, pues esos pequeños despistes también te pueden costar muy caro.
Otra medida relacionada con cómo controlar los gastos imprevistos tiene que ver con el ahorro: haz labor de hormiga y ve reservando año a año una pequeña cantidad de dinero para crear un colchón que amortiguará tu caída en el caso de que tus ingresos bajen o tengas que hacer un desembolso grande con el que no contabas. Cada persona elige cuánto quiere ahorrar en función de sus necesidades, pero una buena referencia siempre es la tasa de ahorro de los hogares españoles, indicador calculado por el Instituto Nacional de Estadística y que normalmente se sitúa en torno al 10%, salvo en periodos de crisis, en los cuales aumenta. Las empresas y profesionales también deben contar con reservas de liquidez y no sobrepasar el 30% de reinversión de los beneficios netos, un porcentaje que se suele utilizar de referencia en este ámbito.
A veces, un gasto imprevisto viene precisamente de un exceso de optimismo: se realiza un desembolso exagerado y precipitado porque se cree que esa cantidad se va a recuperar pronto, con la mente puesta en el dinero que se recibirá de una herencia, de un trabajo futuro o de una paga extra. El consejo es no gastar el dinero que no se tiene, o al menos el que no se está 100% seguro de que se recibirá. Cualquier complicación puede provocar que ese dinero finalmente no se cobre o no se cobre en su totalidad.
Solicita ayuda para controlar los gastos imprevistos
El primer paso ante este tipo de problemas es pedir ayuda. Puedes solicitar un minicrédito rápido para hacer frente a tus dificultades económicas, o para no echar por tierra el colchón de ahorro que tanto te ha costado reunir. La petición es sencilla a través de internet, las condiciones de devolución son cómodas y claras para el usuario.
Y, si la situación ya ha empezado a torcerse, deja a un lado tu orgullo y actúa, sobre todo en el caso de empresas y profesionales. Un minicrédito puede darte el tiempo que necesitas para reorganizar tus gastos y sobrepasar ese bache económico en el camino. También para las personas que ya se encuentran en un listado de morosos, aún tienen la posibilidad de solicitar un préstamo personal en internet.
Otras soluciónes puede estar en las compañías aseguradoras: déjate asesorar para evitar que la ortodoncia de tus hijos o el ingreso hospitalario de un pariente no sea un problema económico, pues muchas pólizas cubren esos servicios.
También puedes consultar qué posibilidades en materia financiación ofrecen tu supermercado, tus grandes almacenes o cualquier otra compañía que te ofrezca un servicio. Un pago a plazos al 0% o a un porcentaje bajo de interés será un desahogo si sabes administrar bien el dinero que ingresas mensualmente.
En cualquier caso, la clave para controlar los gastos imprevistos es tener una buena previsión y una correcta planificación. Y si a pesar de ello, hay que hacer frente a desembolsos inesperados, ponte al mando de la situación y utiliza las herramientas a tu alcance: ahorros, préstamos personales rápidos y financiación.